
jueves, 30 de octubre de 2008
miércoles, 29 de octubre de 2008
Clásicos en guitarra

Las cuatro estaciones es el título de cuatro conciertos para vilolín y orquesta reunidos, y unas de las obras más recordadas y admiradas. Éstas se encuentran contenidas en "Il cimento dell'armonia e delll'inventione" Op.8.
El primer libro comienza con Las cuatro estaciones, una obra descriptiva o programática que contiene cuatro conciertos (La primavera, El verano, El otoño y El invierno) que evocan, a través de elementos de lenguaje musical, distintos aspectos de las estaciones del año.
Concerto No. 2 en G minor (Sol menor), Op. 8, RV 315, "L'estate" (Verano). 3-Presto:
Children of Bodom:
martes, 28 de octubre de 2008
Buffalo Bill


y su mejor homenaje:
lunes, 27 de octubre de 2008
lunes, 20 de octubre de 2008
La Teoría del Búfalo
martes, 14 de octubre de 2008
El Caníbal de Rotemburgo



viernes, 10 de octubre de 2008
miércoles, 8 de octubre de 2008
El día D
Desorientar al mando alemán sobre el lugar en el que se realizaría el desembarco. Una de las maneras en que esto se logró fue que aviones aliados lanzaron papel de alumninio al este de donde se iba a realizar realmente para confundir a los radares alemanes. El objetivo se cumplió plenamente puesto que el 24 de julio de 1944 Hitler aún convencía a sus generales que el desembarco de Normandía no era otra cosa que una maniobra de distracción y que el desembarco principal se produciría de un momento a otro en la costa de Calais. Los Aliados hicieron todo tipo de maniobras de contraespionaje y distracción para hacer creer a Hitler que la invasión se produciría en el sector de Calais. Crearon para ello un ejército fantasma al mando del general Patton que consistía en tiendas de campaña vacías, camiones y tanques hinchables de goma y comunicaciones de radio ficticias. El espía español Juan Pujol, doble agente nazi y aliado, suministró a los alemanas información falsa. Por cada misión de bombardeo preparatorio efectuado sobre Normandía, se hacían dos sobre Calais.

Jules

¡Como es Marcelus Wallace, contesta!
¿Que?
¿De que país eres?
Q… ¿que?
¡No conozco ningún país llamado que! ¿Hablan mi idioma en que?
¿Que?...
¡Mi idioma cabronazo! ¿sabes hablarlo?
Si…
¿Entonces entiendes lo que digo?
Si…
Descríbeme a marcellus wallace,,, ¡como es él!
¿Que? yo…
¡Di que una vez más! ¡Di que una vez más!,,, te reto, te reto dos veces cabronazo, di que una maldita vez más!
Es,,, es negro
¡Sigue!
Es calvo…
¿Dirías que tiene pinta de zorra?
¿Que?...
pfggg!!!!
martes, 7 de octubre de 2008
La fuerza del rayo

Es más rápido que una bala (140.000 km por segundo), esta 6 veces mas caliente que la superficie del sol (28.000ºC) y un potencial eléctrico de más de 100 millones de voltios. Parece desafiar las leyes de la gravedad y puede fulminarte. Es el rayo. Alcanzan nuestro planeta hasta ocho millones de veces por día. Es uno de los fenómenos naturales más observados y al mismo tiempo, uno de los más misteriosos.
Evita el océano pero es atraído por los Himalayas y, más aún, por África Central. Y además, los relámpagos casi nunca caen sobre los polos norte o sur.
domingo, 5 de octubre de 2008
Viaje al Everest

viernes, 3 de octubre de 2008
Las leyes fundamentales de la estupidez humana

Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación
A primera vista esta afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco generosa, o quizá las tres cosas a la vez.
a. personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado resultan ser inequívocamente estúpidas;
b. día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos.
No todos los humanos son iguales ya que unos son más estúpidos que otros. El grado de estupidez viene determinado genéticamente por la naturaleza pero no está asociado a ninguna otra característica de raza, sexo, nacionalidad o profesión.
Tercera Ley Fundamental (o de Oro): una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas.
El análisis de costes y beneficios de Carlo M. Cipolla permite clasificar a los seres humanos en cuatro tipos de personas, cada uno de los cuales ocupa un cuadrante en un sistema de coordenadas. Si representamos en el eje de abcisas el beneficio, positivo o negativo, que obtiene el individuo y en el eje de ordenadas el beneficio (+) o coste (-) que causa a los demás, podemos definir y estimar las coordenadas de los siguientes tipos:
· Desgraciado (D): aquel que se causa un perjuicio a sí mismo, beneficiando a los demás.
· Inteligente (I): aquel que se beneficia a sí mismo, beneficiando a los demás.
· Bandido (B): aquel que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando a los demás.
· Estúpido (E): aquel que causa pérdidas a otros, perjudicándose a la vez a sí mismo.
El poder de la estupidez
Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de un bandido. Las acciones de un bandido siguen un modelo de racionalidad. El bandido quiere obtener beneficios. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener beneficios para sí procurando también beneficios a los demás, deberá obtener su beneficio causando pérdidas a su prójimo. Ciertamente, esto no es justo, pero es racional, y siendo racional, puede preverse. En definitiva, las relaciones con un bandido son posibles puesto que sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones pueden preverse y, en la mayoría de los casos, se puede preparar la oportuna defensa.Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo racional de prever si, cuando, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, es lógico pensar que tienen todas las de ganar porque:
a. generalmente el ataque nos coge por sorpresa.
b. incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.
El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Y hay que tener en cuenta también otra circunstancia: la persona inteligente sabe que es inteligente; el bandido es consciente de que es un bandido y el desgraciado incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Pero al contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido y esto contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder devastador.
Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.
Uno de los errores más comunes es llegar a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto no es más que confundir la estupidez por la candidez de los desgraciados.A veces hasta se puede caer en la tentación de asociarse con un individuo estúpido con el objeto de utilizarlo en provecho propio. Tal maniobra no puede tener más que efectos desastrosos porque:
a) está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la estupidez y
b) da a la persona estúpida la oportunidad de desarrollar sus capacidades aún más allá de lo originalmente supuesto.
Uno puede hacerse la ilusión de que está manipulando a una persona estúpida y, hasta cierto punto, puede que incluso lo consiga, pero debido al comportamiento errático del estúpido, no se pueden prever todas sus acciones y reacciones y muy pronto uno se verá arruinado y destruido sin remedio.
A lo largo de los siglos, en la vida pública y privada, innumerables personas no han tenido en cuenta la Cuarta Ley Fundamental y esto ha ocasionado pérdidas incalculables.
Macroanálisis y Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe.
El estúpido es más peligroso que el bandido.
El profesor Carlo M. Cipolla, erudito historiador que ha investigado intensamente la sociedad clásica romana, la sociedad medieval y muchas otras de la antigüedad, está perfectamente cualificado para afirmar, como hace, que el coeficiente σ es una constante histórica. ¿Por qué entonces unas sociedades prosperan y otras entran en decadencia? Depende exclusivamente de la capacidad de los individuos inteligentes para mantener a raya a los estúpidos.
Más aún: en las sociedades en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos sigue siendo igual a σ; sin embargo, en el resto de la población Cipolla observa, sobre todo entre los individuos que están en el poder, una alarmante proliferación de bandidos con un elevado porcentaje de estupidez. Y entre los que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de los desgraciados incautos. Tal cambio en la composición de la población de los no estúpidos es el que refuerza inevitablemente el poder destructivo de la fracción σ y conduce al país a la ruina.