
También necesitaremos limón verde, o más conocido como lima. Pero no el zumo del limón como aconsejan en algunos sitios. El zumo del limón mata las burbujas de la tónica y el Gin Tonic pierde buena parte de su gracia. Necesitamos la esencia de la lima, para eso cortamos piel sin la parte blanca) la estrujamos encima del vaso y veremos salir pequeñas micro gotitas (es el espíritu de la lima). A continuación lo restregamos por el borde de la copa y lo dejamos en el interior del vaso. Si queremos poder cortar un gajo y añadirlo con posterioridad.
Por otro lado vamos a necesitar mucho hielo, tanto como para llenar el vaso por completo. El hielo procuraremos hacerlo de agua de mineralización débil, es decir procuremos no hacer los hielos con agua del grifo.
Echamos la Ginebra de nuestra elección, contando 3 segundos o lo que es lo mismo (1001, 1002, 1003) y a cierta distancia de la boca del vaso para que la Ginebra se oxigene. No se trata de un lingotazo, se trata de saborear una bebida con placer, no de otras cosas.
La ginebra es mucho más que sabor a colonia, hay autores que incluso piensan que no se aprende a beber con estilo hasta que no se han dado un par de tragos a un Gin Tonic bien elaborado, a partir de ahí nos podemos considerar iniciados en un verdadero arte.
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